Los coches y la revolución energética (II) – Recarga-Aspectos Generales

Preparase para conocer el mundo del coche eléctrico en una serie de etapas a la que vamos a denominar La Revolución eléctrica.

Con esta serie que ahora comienza, prepárese para la transición eléctrica en el mundo del automóvil y es convertirá en un experto en vehículos eléctricos gracias al seguimiento de estos artículos que a continuación comenzamos para ayudarle a descubrir la nueva generación en la que ya estamos inmersos.

Se convertirá en un experto en estas nuevas tecnologías. Aprenda las respuestas a todas las preguntas que saldrán a la palestra en los primeros tiempos de convivencia con los coches LEV, tanto las que le puedan surgir como las que puedan plantear todos los usuarios.

La revolución eléctrica en los coches está aquí. Es hora de cargarnos de energía. ¡¡¡Adelante!!!

Comenzaremos con Electric Starter donde desarrollaremos los asuntos esenciales sobre los coches eléctricos para saber todo lo que hay que saber sobre:

  • Las últimas tecnologías
  • Como funcionan
  • Los beneficios para el usuario
  • Aspectos claves a recordar

Introdúzcase en esta serie y acepte el desafío de 12 estaciones eléctricas. En cada una de ellas ampliará sus conocimientos con los amplificadores eléctricos.

La revolución eléctrica ha comenzado. ¡¡¡ Acepte el desafío !!! y usted, entra en el juego.

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PARA EMPEZAR …

El combustible (petróleo, diésel) proporciona energía para alimentar un motor de combustión interna (ICE por sus siglas en inglés). En el caso de los vehículos eléctricos, el combustible es la energía eléctrica.

Profundicemos más en este tema, en concreto en la recarga de la batería del vehículo…

Las baterías actuales de los vehículos eléctricos han ampliado su tamaño para aumentar la autonomía de conducción. Sin embargo, el tamaño más grande de la batería es un arma de doble filo: el tiempo de carga debe aumentarse también si la producción de energía permanece constante.

Para entenderlo mejor podemos comparar la electricidad con el agua.

Imaginemos que sustituimos un cubo por una bañera. Si queremos llenar la bañera con el mismo grifo que se utilizaba para llenar el cubo, tardará más tiempo. Para llenar la bañera en el mismo tiempo que se tardaba en llenar el cubo, necesitaremos un grifo con mayor caudal de agua.

Lo mismo se aplica a la carga de los vehículos eléctricos.

  • Echemos un vistazo al concepto de cadena de carga…

Cuanto más rápido quiera cargar su batería, más potencia necesitará. La cadena de carga debe dimensionarse acorde a ello. No obstante, hay que tener en cuenta otro factor: el tipo de corriente.

Tipos de corriente de nuestro entorno. A nuestro alrededor tenemos dos tipos de corriente eléctrica, Cada una tiene sus propias características y aplicaciones.

  • Corriente alterna: es la que fluye por las redes de distribución eléctrica. Se produce en las centrales eléctricas. Después se transporta hasta la toma de corriente doméstica que utiliza cada día.

La potencia disponible en la toma del enchufe y que fluye desde la red eléctrica se expresa en kW (kilovatios). Cuanto mayor sea este número, mayor será el flujo eléctrico.

  • Corriente continua: es la que se almacena en las baterías recargables. También es la corriente que se almacena en las pilas, en las baterías de los dispositivos eléctricos, etc.

La capacidad de las baterías de los vehículos eléctricos se expresa en kWh (kilovatios/hora). La potencia del cargador se expresa en kW (kilovatios): cuanto mayor sea este número, mayor será la velocidad de la recarga.

Para poder cambiar de corriente alterna a corriente continua, se necesita un convertidor de corriente. Este elemento es decisivo, ya que esta potencia de salida (su capacidad para transformar la corriente alterna en corriente continua) es lo que determina el tiempo necesario para recargar la batería.

Ahora echemos un vistazo a la recarga y a su funcionamiento.

Un elemento fundamental en la recarga es el convertidor.

Como hemos visto arriba, la corriente continua es la única que puede almacenarse en una batería. Sin embargo, la corriente que se suministra a la red doméstica de electricidad es corriente alterna.Por lo tanto, esta corriente tiene que transformarse para poder ser almacenada.

Para eso sirve el convertidor. Pongamos como ejemplo un ordenador portátil: El convertidor se encuentra en el cargador. Este cargador se alimenta con un enchufe de Corriente Alterna (CA) y transforma la corriente a Corriente continua (CC).

La corriente alterna fluye desde la red doméstica de electricidad hasta el enchufe. El cable transmite la electricidad al cargador, que tiene un convertidor. Este último es el que convierte la corriente alterna en corriente continua.

Después el cable la transmite a la batería, que la almacenará. El ordenador consumirá la energía de la batería para alimentar sus componentes.

En resumen:

La cadena de carga consta de un enchufe, de un cable, de un convertidor y, por último, de la batería.

La recarga está condicionada por el tamaño (capacidad en kWh) de la batería.

El tiempo de carga viene determinado por esta capacidad, pero también por el tamaño del convertidor, el tipo de cable y el enchufe.

Cuanto más rápido quiera cargar, más potencia de carga necesitará. Por lo tanto, el convertidor debe ser lo suficientemente grande para convertir un flujo de electricidad más elevado al mismo tiempo.

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